Entre las fiestas más importantes de Picena destacan los moros y cristianos, que se celebran el último fin de semana de agosto en honor su patrona, la Virgen del Rosario. Comienzan el viernes por la noche con la tradicional verbena. El sábado por la mañana se hace la representación, en la que el bando de los cristianos lleva la imagen de la Virgen a las afueras del pueblo, pierden la batalla ante los moros y estos regresan la patrona a la iglesia. Pero el domingo los cristianos ganan la revancha y devuelven la imagen a su templo. Durante todo el fin de semana, al mediodía tras acabar las funciones, los vecinos y visitantes acuden a la plaza para comer; uno de esos días se realiza una paellada para más de medio millar de personas. Luego, por la tarde, se procesiona a la Virgen, que finaliza con el popular encierro de la misma.
Sobre el 31 de enero también se celebra el día de San Cecilio, su patrón. Lo más típico de estas fiestas es el día de la leña, donde tradicionalmente los vecinos recogen madera con los mulos en los secanos y allí pasan el día; por la tarde, cuando regresan al núcleo, hacen una carrera montando a los animales. Después, con esa leña se hace un chisco en la plaza donde acude todo el pueblo.