El edificio más destacado es la iglesia parroquial de San Cecilio, reconstruida en 1788 y de estilo mudéjar, que cuenta con una sola nave y torre. En los años 50 albergaba numerosas imágenes y objetos religiosos valiosos, como por ejemplo la tribuna donde se situaba el órgano y el coro, o un púlpito tallado, que desaparecieron con el paso del tiempo.